La recepción que el Rey ofrece cada año a una representación de la sociedad balear en el Palau de la Almudaina es una magnífica iniciativa del Jefe del Estado que le acerca y le hace más próximo y asequible. Ya van tres años que se organiza esta recepción y no cabe duda que significa una manera de hacer las cosas sustancialmente distinta a cómo lo hizo el anterior monarca, el Rey Juan Carlos. Aunque como cada año, ha habido quien no ha querido aceptar la invitación, es más interesante detenerse en quienes sí acudieron, una variada representación de la sociedad balear, diversa y plural.
Los reyes don Felipe y doña Letizia dejan claro, una vez más, su compromiso con Mallorca y su afecto por esta tierra que les acoge cada año en el periodo estival. Se han disipado ya las dudas que muchos tenían al respecto y la recepción de ayer muestra una Casa Real moderna, comprometida y cercana.





