Bikinis y bañadores se desperezan después del letargo invierno dispuestos a darse un chapuzón de éxito en un sin fin de patronales, estampados y estilos.
Son los reyes indiscutibles de los meses de julio y agosto, en todos sus diseños tropicales, con flecos tie-de, encajes con guiños lenceros, rayas marineras en clave sexy. El must de este verano: el dos piezas de aire hippy con estampados frutales. Los de croché hechos a mano, tejidos elásticos y colores vitaminados.
El surf es una fuente de inspiración para bañadores de neopreno y biquinis en tonos acuáticos, precisamente, el neopreno es uno de los materiales fetiche del Triangl; las parte de arriba con forma de triángulo, los colores aguamarina o metálicos.
Tras esta intensa marejada de biquinis y bañadores, dos tipos de estilismo: para tener un look asegurado, conviene llevar bañadores por la tarde si se intuye que la jornada de sol y mar va a acabar en cena. En materia de bikinis, nada como jugar al despiste, apuntarse al mix & match y mezclar los must, con partes de arriba y de abajo descoordinadas. Una ecuación perfecta para lucirse y rentabilización el armario.