Marketing de lo que hacemos y de lo que no

Desde la época de Fageda, nuestro fantástico ayuntamiento de Palma está anunciando que va a reformar la horrenda barriada de Corea. Hace ya un año, aparecieron unas banderolas en las calles de esta zona, diciendo que “El barrio se pone guapo” (en catalán, por supuesto). De no ser porque la propia publicidad introducía un elemento de color, uno no sería capaz de imaginar qué estaba cambiando. Pero, no desesperemos, finalmente estas Navidades pasadas una empresa de construcción aisló uno de los veinte edificios y parece haber empezado a hacer obras. Y entonces, ahora, aparecen otras banderolas que dicen “Manos a la obra”, anunciando que ahora sí ya estamos haciendo la reforma. Un cartel del tamaño del edificio en reparación, explica que está en marcha el Plan Integral que va a cambiarlo todo. A ver: han tardado como mínimo tres años en poner en marcha algo; segundo, por lo que se ve, sólo afecta a uno de los más de veinte edificios. Entonces, con perdón, ¿qué quiere decir “integral”? Si yo le digo a alguien que me pongo “manos a la obra”, quiero decir que me pongo a hacer aquello, pero en este caso, y sólo a partir de lo que veo, si hemos tardado no menos de tres años en poner en marcha la reforma de un edificio, el barrio tardaría 60 años en ser modificado, con lo que al final, el primero de los edificios estaría nuevamente en la ruina. Yo comprendo que estamos en campaña electoral, que hay que ser un poco más tolerante, pero ¿me equivoco o nos estamos pasando en esto de vender lo que no hacemos, en hacer marketing de la nada? ¿De qué tamaño sería la valla publicitaria y qué escribirían en las banderolas si hubieran hecho el cambio que organizó Barcelona en el entorno de la villa Olímpica?

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias