Ni la idea ni la frase son mías, se la escuché a un chaval de quince años, miren que fácil, cuando abandonaba el Palau Municipal de Esports después de presenciar uno de los partidos de World Pádel Tour: “En Mallorca se tendrían que organizar más eventos. Sería una buena iniciativa para atraer más turismo en invierno”. No hace falta añadir palabra alguna, ni siquiera signos de ortografía. Y es que apenas siete días más tarde que el Mallorca Open de tenis femenino, Son Moix, por segundo año consecutivo, ha cobijado a las mejores palas del mundo en la práctica de un deporte que casi cuenta con más profesionales que espectadores.
El pádel es la segunda especialidad deportiva más practicada en España, fútbol aparte. Uno de sus grandes atractivos es que juegan desde niños de ocho años hasta abuelos de casi ochenta, hombres y mujeres, de toda clase social, sin diferencia de complexión o peso. Se juega por parejas, polos de atracción, al punto de que apenas se construyen pistas individuales y la Federación no homologa la singularidad. En general es la base de su éxito.
Dada su bisoñez temporal y el desconocimiento mayoritario de sus estrellas, el corrupto mundillo de las apuestas aún no ha entrado a saco ni en las canchas, ni fuera de ellas. Un salvo conducto que lo mantiene al margen de amaños y componendas.......por ahora. Casi siempre ganan los mismos, es cierto. Pero Belasteguín, Lima, Paquito Navarro, Juani Mieres o Martín Díaz, igual que las gemelas Sánchez Alayeto, Carolina Navarro, Marta Marrero, Alejandra Salazar, no hacen sino representar lo que en el tenis significan los diez primeros del “top ten”, desde Djokovic a Berdych. Incluso en las islas Baleares tenemos a una campeona de España, la menorquina Gemma Triay, la mallorquina Sandra Hernández y las brillantes hermanitas Dols, Sara y Paula, que apuntan a lo más alto.
Pero tenía razón el chico, esta Autonomía de nuestros pecados necesita más eventos y no sólo deportivos, sino también culturales, musicales y cualquiera que haga que valga la pena coger un avión con destino Son Sant Joan desde cualquier lugar del mundo.
