Ya hace tres días que no hay nuevos imputados en Unió Mallorquina y, por lo tanto, el president Antich vuelve a la carga: ve los 'brotes verdes' de una nueva forma de hacer las cosas en este partido y, por ende, reitera su oferta de pacto entre socialistas y nacionalistas (si es que lo son). Antich es contumaz en su intento de arruinar su imagen y, de paso, la del PSM. ¿Qué necesidad tiene de insistir en que no se ha percatado de cómo está UM? ¿Por qué, el mismo día en que la vicepresidenta uemita tiene que ir al juzgado, vuelve con su propuesta de pacto? ¿Cree que va a obtener algún voto de todo esto? ¿Qué es lo que realmente pretende? Esta persistencia en sugerir que le da igual la corrupción, esta rapidez de ponerse al lado del que está imputado, es tan incomprensible que me lleva a ver si me estoy equivocando yo. ¿Me dejo algo? ¿Se me ha escapado algún hilo que explica esta insistencia? ¿Hay por ahí alguna bolsa de votos que vaya a volcarse en Antich ante estas proclamas? Yo no encuentro razón alguna para estos disparates que sólo dañan la imagen del president. De paso, deja en evidencia al PSM. Hay silencios que son demasiado explícitos: el PSM, naturalmente, parece que también está listo para pasar cuatro años más pisando moqueta con UM, a cambio de que mantenga estos cambios de postura tan radicales que sólo ve el president.
