Parece que este es el mensaje que les llega a nuestros queridos candidatos a estas nuevas elecciones.Por eso, ellos sin ningún rubor actúan y nos lanzan, medias verdades, descalificaciones en base a rumores, argumentos sin contrastar lo más mínimo, promesas inalcanzables, mensajes falsos directamente y otras lindezas “propias” de la campaña electoral en la que estamos inmersos.
Por otra parte se unen a esta confusión, muchos medios de comunicación, con la única componenta de “no dejes que una buena noticia, te quite un gran titular”, también como no, la tecnología aporta su granito de arena, “twitea sin piedad, que algo quedará” .
También hay que reconocer, que en la campaña se cuelan a veces, buenos discursos, alguna buena propuesta y hasta candidatos nobles, en muchos partidos, aunque acaban diluidos por la marea de lo anterior, haciendo muy difícil al elector encontrarlos, de hecho buscar a Wally es infinitamente más fácil que encontrar quién lleva razón en su argumentación, de como mejorar el paro.
¿Que cómo salir adelante y acertar en el voto? Esto es cómo la pócima secreta de Asterix, esta fuera del alcance del resto de los mortales. Quizás en un ejercicio de intentar comparar las políticas que nos proponen con los países que las llevan a cabo, pero en un entorno social parecido al nuestro pueda funcionar, comparar a nuestros líderes nacionales con sus homólogos de otros países y sus resultados, puede darnos alguna medida. Cómo ya es sabido, estamos en un Mundo globalizado y no pensemos que tenemos aquí varios Mesías, sino candidatos con visiones, que están o ya se han dado en otros puntos del planeta, con diferentes resultados. Incluso en algunos casos, mirando hacia atrás, en nuestro País encontraremos respuestas.
Quiero dejar constancia del peligro intrínseco de decir la verdad,de hecho puede resultar tan fatídico, como decirle a tu jefe lo que piensas de el “a que no hay …” de decírselo, pues ellos támpoco a nosotros, que con nuestro voto nos convertimos en sus jefes el próximo domingo.
Quedan pocos días de campaña, por lo que, para lo que queda, les digo a los cientos de candidatos que se presentan, “miéntame, por favor, un poquito más, pero con cariño”.
