Un calor sofocante y una humedad cercana al 80 por ciento hacían prever un partido exigente a nivel físico. Jaume Antoni Munar firmó uno de los encuentros más intensos de su carrera ante uno de los grandes nombres del tenis mundial, Novak Djokovic. El tenista de Santanyí, número 41 del ranking ATP, llegaba a los octavos de final del Masters 1000 de Shanghai con un reto mayúsculo: eliminar al serbio. Venía de un torneo brillante y prometía batalla. En cambio, Djokovic arrastraba problemas físicos y el calor ya le había pasado factura en rondas anteriores, aunque sigue teniendo mucho tenis en las piernas.
Durante más de dos horas, Munar se dejó la piel y forzó a un Djokovic visiblemente agotado —agobiado por el calor y atendido en varias ocasiones por los servicios médicos— a desplegar su mejor versión para imponerse en tres sets. Una victoria sufrida que puede pasarle factura al número cinco del mundo en la próxima ronda.
El inicio fue un pulso de tanteo, con ambos firmes al servicio, hasta que Djokovic activó su modo apisonadora en el momento clave del primer set. Munar, pese a su garra habitual, no pudo sostener la defensa y cedió el break decisivo. Aun así, el serbio no se mostraba cómodo en la pista: fue entonces cuando empezó el “show”.
El partido se detuvo cuando Djokovic pidió la entrada de los servicios médicos por molestias en el tobillo izquierdo, la primera de varias interrupciones que pusieron a prueba su resistencia. Tras la pausa, el serbio aprovechó el despiste del mallorquín para tomar el control y cerrar la primera manga por 6-3.
Lejos de venirse abajo, Munar mantuvo la calma. Concentrado y sólido, inició el segundo set con una confianza creciente, moviendo a Djokovic por toda la pista y ganando peloteos largos con autoridad. Tuvo varias opciones de ruptura, y finalmente, con 6-5 a favor y Nole al servicio, el mallorquín logró el break y cerró el set 7-5. El público se rindió al santanyiner, y por momentos, en su entrega y carácter, recordó a su paisano Rafa Nadal.
Djokovic, exhausto y con visibles problemas físicos, volvió a requerir atención médica. Muchos pensaron que se retiraría. Pero Nole es mucho Nole.
El tercer set comenzó con un golpe anímico. Munar arrancó decidido, pero un error en un smash en el primer punto abrió una grieta: Djokovic olió sangre y la aprovechó. Levantó un 40-15, consiguió el break y consolidó el 0-2 casi sin tiempo para reaccionar.
A partir de ahí, el partido tomó el rumbo previsible. Djokovic, aunque visiblemente mal —con parones, intentos de vómito y gestos de fatiga—, se transformaba cada vez que sonaba el “play”. Pocas veces se le escapan partidos así.
Finalmente, el serbio cerró el encuentro con un 6-2 en el tercer set, mientras Munar se despedía del público con la cabeza alta, entre aplausos. Su actuación en Shanghai confirma lo que muchos ya intuían, Jaume Antoni Munar está instalado en la élite y puede pelear de tú a tú con los más grandes.
Nunca hay que descartarle 🎯
El cuatro veces campeón 🇷🇸 @DjokerNole resiste problemas físicos para regresar a los cuartos de final en Shanghái.@SH_RolexMasters | #RolexShanghaiMasters pic.twitter.com/idOGDqhMcS
— ATP Tour en Español (@ATPTour_ES) October 7, 2025
Djokovic, por su parte, avanza a cuartos con un susto serio en el cuerpo y una duda en el aire. Saber si en este estado le alcanzará el físico para seguir siendo implacable y plantarse en una nueva final.
