El presidente ejecutivo de Projecte Home Balears, Jesús Mullor, alertaba este domingo en su entrevista con mallorcadiario.com de la situación en que se encuentra actualmente la vertiente más social de la lucha contra las drogadicciones. Desde la privilegiada atalaya que le reportan a Projecte Home sus 31 años de actividad en Balears, el responsable ejecutivo de la entidad reclama no trivializar el consumo y recomienda no entrar en el debate de posibles legalizaciones de sustancias como el cannabis.
Es especialmente preocupante el cambio de sensibilidad social hacia las drogas que se ha producido a lo largo de estas tres décadas. En los años 90, el CIS situaba la droga entre las mayores preocupaciones de los españoles, mientras que ahora la sitúa por detrás de otros veinte asuntos. Mientras tanto, en una realidad bien diferente, una entidad como Projecte Home tiene que atender cada día a más de 500 personas víctimas de adicciones.
Alcohol, cannabis, heroína, cocaína… forman parte de las principales adicciones tratadas por Projecte Home en un contexto social donde crece el ansia de evasión individual que también ofrecen las nuevas tecnologías y la incomunicación social que conllevan.
Desde el punto de vista sanitario y social, no es aceptable que se sea indulgente con el consumo de porros entre los más jóvenes o que se tolere el fácil acceso de los niños y adolescentes a las bebidas alcohólicas. Ni siquiera cuando se justifica que se trata de consumos eventuales que se realizan de forma esporádica. Para Mullor, se trata de un argumento falso y alerta de que este tipo de consumos puntuales son el primer escalón hacia adicciones mucho más problemáticas y peligrosas. De ahí su recomendación a los políticos de no entrar en el debate de la legalización del cannabis, una opción que califica de “irresponsable y egoísta”, además de no significar el final del narcotráfico.
En 30 años, la institución presidida por Tomeu Catalá ha sabido evolucionar en sus terapias ofreciendo constantemente programas nuevos y tratamientos diferentes a situaciones que han ido cambiando con el tiempo. Son profesionales que viven de cerca el drama de la droga y conocen mejor que nadie sus consecuencias. Por eso sería bueno tener en cuenta sus recomendaciones. Para evitar sufrimientos individuales y por el futuro de una sociedad que a menudo parece perder la noción de su propia salud colectiva.