Según informa el Obispado de Mallorca en un comunicado, el Tribunal Eclesiástico de Mallorca declara culpable al sacerdote Pere Barceló Rigo de la comisión de delitos contra el sexto mandamiento del Decàlogo con menores (sexto mandamiento: "no cometerás actos impuros").
El Tribunal considera "gravísimos" los delitos cometidos, y le impone la pena máxima de "expulsión del estado clerical", prohibiéndole totalmente el ejercicio de su ministerio sacerdotal.
El Obispado añade que las actas del proceso serán enviadas a Roma para la ratificación de la sentencia emitida en Primera Instancia.
El caso arranca cuando una joven de 24 años denunció ante la Guardia Civil que fue violada en repetidas ocasiones por el párroco cuando ella tenía sólo 10 años.
Pere Barceló fue apartado de sus funciones a raíz de esta denuncia, que sigue su curso en los juzgados de Inca.
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