Meliá pretende erradicar el turismo de borrachera que ahora puebla Magaluf con un proyecto de renovación de sus hoteles en este destino que este viernes ha sido declarado por el Govern balear como de Interés Autonómico. La cadena mallorquina planea un profundo lavado de cara a sus establecimientos y a la zona que atraiga a una oferta complementaria de máximo nivel mundial. El proyecto “Sol Calviá Resort” contempla el cambio de uso a condohotel de alguno de los establecimientos que conformarán este complejo. La declaración del plan como de Interés Autonómico agilizará los trámites y la obtención de licencias. El Ejecutivo autonómico posibilitará los cambios de uso mientras el Ayuntamiento de Calviá podrá impulsar un bulevar y adecentar la imagen general de fachadas y rótulos. Meliá renovará y conectará el Sol Antillas Barbados, Sol Jamaica, Sol Trinidad y Royal Beach. Estos establecimientos albergarán novedosas atracciones como piscinas de olas y expresiones de gran lujo como camas balinesas. Con el nuevo listón de calidad, la cadena de los Escarrer espera la concurrencia a Magaluf de restaurantes de estrellas Michelin y discotecas de renombre internacional. La remodelación del eje hotelero de Meliá en Magaluf revalorizará las propiedades adyacentes, mejorará la imagen de Mallorca como destino y extenderá la temporada, según la primera cadena vacacional. Los primeros pasos del proyecto estarían materializados en 2012 y su término se estima entre 2015 y 2017. EJEMPLO PARA OTROS DESTINOS
El proyecto para reposicionar Magaluf como zona exclusiva aspira a ser imitado en otros destinos pioneros como el de Playa de Palma, cuya reforma ha encallado principalmente por la falta de consenso entre sus actores. Meliá quiere aprovechar que puede erigirse como interlocutor principal para evitar que la transformación de otro destino obsoleto se estanque. Meliá se concentra en Magaluf por ser una especie nicho marginal en medio de un entorno dirigido al turista de más posibles. Los alrededores del destino cuentan con tres puertos deportivos de primer nivel, el de Portals, el de Port Adriano y el de Santa Ponça. También cobija urbanizaciones exclusivas como Bendinat, Costa d’en Blanes y Sol de Mallorca, además de tres campos de golf a muy poca distancia. Y la planta hotelera de las afueras incluye emblemas como el Mardavall, el Maricel y el Meliá de Mar. La cadena considera que la fortaleza y el reconocimiento mundial de la marca Meliá Hotels International suponen un polo de atracción para los referentes de la oferta complementaria, que hoy en día están al alcance de muy pocas hoteleras en España. Gabriel Escarrer hijo ha sido el principal ideólogo de la operación, que desde un primer momento ha contado con el entusiasmo del conseller de Turismo, Carlos Delgado, y con el del alcalde de Calviá, Manuel Onieva. Los impulsores del proyecto coinciden en que la zona ha llegado este verano a una situación límite de degradación, con la proliferación de casos de tráfico de drogas y de balconing. La presentación del proyecto ha incluido, además de las citadas autoridades, al president del Govern, José Ramón Bauzá, que ha visitado la zona tras aprobar en el Consell de Govern la declaración como de Interés Autonómico del proyecto. El proyecto servirá para reposicionar la marca ‘Sol’ de Meliá, cuya subida de prestigio irá ligada al buen fin del lavado de cara del destino mallorquín.




