Las falsificaciones son principalmente de pasaportes del Reino Unido, aunque los agentes también intervinieron documentos de otros países como Polonia, Italia o Grecia.
Tras la oportuna investigación y toma de declaraciones, la Policía averiguó que todos los interceptados pretendían viajar a Reino Unido y a Irlanda, utilizando diferentes compañías para repartirse entre varias ciudades de destino.
Para realizar los controles y detenciones, la policía del puesto fronterizo ha contado con la ayuda de los auxiliares de AENA y los empleados de las distintas compañías que operan en el aeropuerto de Ibiza.