El sector ha calificado la temporada de “positiva”, si bien advierte de síntomas de moderación en los meses de julio y agosto. El presidente de la patronal, Pablo Riera-Marsa, señaló que se ha confirmado el fin del “efecto champán” de la post-pandemia y un retorno a una demanda más estable y contenida.
En cuanto a mercados emisores, Alcúdia mantiene al cliente alemán como principal nacionalidad, con un 27,7 % de la cuota, seguido del británico (25,1 %) y el escandinavo (16,3 %). En Can Picafort, en cambio, se observa un fuerte crecimiento del turismo alemán, que ya roza el 47 % del total, mientras que el británico registra un retroceso hasta el 16 %.
Los hoteleros de Alcúdia y Can Picafort también han puesto el acento en un cambio de hábitos de consumo. La contratación de media pensión y del todo incluido ha caído más de un 10 %, mientras que el self-catering (apartamentos con servicios limitados o sin régimen de comidas) ha aumentado un 7 %. Esta tendencia, advierte la patronal, ha provocado descensos de entre el 15 % y el 20 % en la facturación de la restauración y la oferta complementaria en ambas zonas turísticas.
Riera-Marsa insistió en que, aunque los resultados de ocupación mantienen un nivel elevado, el sector debe prepararse para una etapa marcada por una mayor normalización de la demanda y por la necesidad de adaptarse a las nuevas preferencias de los viajeros.







