He leído y escuchado a lo largo de los últimos días todo lo dicho y publicado sobre, el profundo malestar de sus trabajadores y las denuncias que se han vertido sobre la mala gestión que se ha llevado a cabo en unos hospitales donde el número de jefes es excesivo. Gesma es una empresa pública de gestión sanitaria, cuya única misión es gestionar tres centros hospitlarios: General, Psiquiátrico y Joan March, tres centros públicos que están en la red del Servicio Balear de Salud, por lo que su existencia no sólo es cuestionable sino que no tiene ninguna razón de ser. Se ha dicho que Gesma se creó para flexibilizar la gestión hospitalaria, pero la realidad ha demostrado todo lo contrario. Hoy esta empresa, según los que la conocen a fondo, se ha convertido en un centro de “enchufismo”, por no decir otra cosa. La existencia de tanto jefe carece de sentido, al igual que su mantenimiento. Gesma debe disolverse y ser el Ib-Salut el que gestione los hospitales, al igual que hace con los demás, máxime cuando, según lo visto, sólo hace falta dedicarle un par de días semanales para sacarla adelante. No estaría de más, ahora que se han puesto tan de moda, una auditoría de Gesma, llevada a cabo por una empresa independiente, que deje claro cuál es la realidad de este ente que nació para una cosa y ha servido para otra.
