Apenas he visto en los periódicos la noticia de que durante el pasado mes de noviembre Baleares tuvo un 20 por ciento menos visitantes extranjeros que otros años, llegando a sólo 117 mil. No, no es una caída menor, sino que uno de cada cinco visitantes dejó de acudir a nuestro paraíso turístico. Pero es que en el 2008, hace sólo dos años, el número de turistas internacionales en noviembre era de 175 mil, una cifra sensiblemente superior. Y, además, hemos de recordar que el 2008 fue un año pésimo. Los datos alarmantes no sólo son las cifras en sí, sino la indiferencia con la que la sociedad, hasta los propios hoteleros, las consideran. ¿Han oído ustedes a un solo periodista preguntarle a la consellera de Turismo qué opinaba de estas cifras? ¿Han oído ustedes al PP hacer una pregunta parlamentaria sobre estas cifras, que son realmente alarmantes? ¿Han visto que en alguna de las muchas mesas que hay para atender temas de turismo se hable de esto? El declive de viajeros extranjeros a las Baleares es una cuestión de altísima importancia que nos está indicando que las cosas no van bien, que estamos ante una crisis que no es coyuntural y que es urgente, más allá de los réditos políticos, abordar este tema.
