El alcalde de Ses Salines Bernat Roig, puede tener las horas contadas al frente del equipo de gobierno municipal. El cese de los cuatro regidores de Proposta per les Illes (El Pi) le ha dejado en minoría y ya solo cuenta con los cuatro concejales de Endavant (PSIB-Més-Independents) frente a una oposición liderada por el partido más votado en Ses Salines, el Partido Popular (5 concejales) a los que ahora se suman los regionalistas. Dado que en el pasado mandato ya gobernaron juntos PP y El Pi, la opción de la moción de censura es muy real y solo se demorará lo que tarden populares y regionalistas en ponerse de acuerdo, que previsiblemente será poco.
La razón de fondo para romper el pacto es la implantación de la ORA en la Colònia de Sant Jordi. Las divergencias entre los hasta ahora socios del equipo de gobierno son manifiestas, pero en lugar de negociar y buscar una solución pactada a las divergencias políticas, el alcalde ha optado por romper el pacto de gobernabilidad, lo que puede dar la alcaldía al PP. Los regionalistas le acusan de falta de consenso y diálogo, y a la vista de lo radical de su decisión de cesar a los regidores de El Pi, la acusación parece tener mucha verosimilitud. Más si se tiene en cuenta que el alcalde Roig debía ceder la vara de mando a El Pi en septiembre del año próximo.
Lo cierto es que ya han pasado 18 meses desde las elecciones municipales y poco a poco ha habido municipios donde los pactos alcanzados entre distintas fuerzas políticas se han ido rompiendo, lo que ha propiciado cambios al frente de algunas alcaldías. En efecto, la convivencia en el poder de fuerzas políticas distintas, con ideologías y proyectos diferentes, hace que la salud de algunos pactos se vaya deteriorando. Algo que solo puede evitarse tomando conciencia día a día de la necesidad de ser flexibles, de que es preciso dialogar y negociar permanentemente y que sin eso es imposible avanzar, pues no puede hacerse solo lo que a una fuerza que no tiene la mayoría, le gustaría hacer. Conforme vayan pasando los meses se verán más rupturas, porque los pactos se hacen para cumplirlos o para romperlos.





