Según el escrito de acusación, los hechos ocurrieron en Palma entre noviembre de 2016 y junio de 2019. En este periodo, el hombre aprovechaba la convivencia con los menores para someterlos a un clima de terror haciéndoles presenciar agresiones físicas y verbales hacia su expareja, la madre de los tres niños.
El procesado, además, tenía atemorizados a los niños con sus comportamientos violentos. En este periodo, siguiendo el escrito de acusación, el procesado se bajaba los pantalones y se tocaba los genitales y se masturbaba en presencia de los menores, haciéndoles, además, ver películas pornográficas.
En otro momento, llegó a grabar a una de las niñas mientras se duchaba o a realizar tocamientos a las niñas y a violar a una de ellas con los dedos.
Como consecuencia de estos hechos, los tres niños han sufrido reacciones psicológicas y han desarrollado temor extremo hacia el procesado. Los tres siguen en terapia.
El procesado se enfrenta a 24 años de prisión por abuso sexual, así como otras condenas hasta sumar 39 años por maltrato (3), exhibicionismo (1), por elaboración de material pornográfico (7), por obligar a los menores a ver pornografía (3) y por exhibición de material pornográfico a menores (1).
El Ministerio Público reclama igualmente la privación de la patria potestad e indemnizaciones por valor de 72.000 euros.