El PSM-Iniciativa Verds presentará alegaciones al proyecto de la Vía Conectora que impulsa el Consell de Mallorca, concretamente, al tramo comprendido entre Inca y Camí dels Reis, al tratarse, según ha criticado el secretario general del PSM, Biel Barceló, de una "autovía y no de una carretera convencional desdoblada, tal como se había pactado en el Plan Director Sectorial de Carreteras". En una rueda de prensa, Barceló ha considerado "ilógico" que el Departamento de Carreteras del Consell de Mallorca haya presentado este proyecto "sin haberlo consensuado con el equipo de Gobierno", teniendo en cuenta, según ha remarcado, que lo que se acordó entre el PSIB y el Bloc era construir una "carretera convencional en la que no se pudieran superar los 80 kilómetros por hora". "Se había hablado de que se haría una vía urbana desdoblada y la sorpresa ha sido cuando hemos visto que el desdoblamiento es más una autovía", ha subrayado, al tiempo que ha recordado que el presidente del Govern, Francesc Antich, "aseguró en el 2008 en sede parlamentaria que la velocidad máxima en la Vía Conectora sería de 80 kilómetros por hora". Por ello, ha pedido a la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, que se "aclare" con Antich, después de que haya defendido el proyecto del Departamento de Carreteras, que permitirá circular por esta vía a 100 km/h, lo que supone una ligera rebaja de los 120 km/h contemplados en el proyecto de Segundo Cinturón ideado por el PP en la pasada legislatura. EL PSIB "SE HA PRECIPITADO" Barceló ha considerado que no se puede hablar de que el PSIB haya "roto" el pacto de gobernabilidad en el Consell de Mallorca, si bien ha estimado que este partido "se ha precipitado por las prisas" de llevar a cabo la Vía Conectora. No obstante, ha considerado que "todo se puede reconducir", por lo que, a su juicio, "se puede hablar", con el fin de que el PSIB y el Bloc lleguen a un acuerdo, bajo la base de lo pactado a comienzos de la legislatura en el Plan Director Sectorial de Carreteras. Pese a que ha indicado que es "normal" que algunos se pregunten cómo es posible que un socio de Gobierno presente alegaciones a un proyecto del Consell de Mallorca, Barceló ha apuntado que su formación aprovechará el periodo de información pública para plantear alegaciones a la segunda fase de la Vía Conectora, teniendo en cuenta que aún no ha pasado por la Comisión Balear de Medio Ambiente, con el fin de someterse a la evaluación de impacto ambiental. "Nuestra voluntad es resolver esta polémica, pero el que debe entonar el mea culpa es el que no ha pactado este proyecto como tocaba", refiriéndose así a los socialistas, a los que ha recordado que los vecinos han mostrado su "sorpresa", después de que se haya dicho que el proyecto había sido consensuado con ellos. Precisamente, los vecinos se han unido bajo el paraguas de una plataforma para protestar por las expropiaciones de viviendas que realizará el Consell de Mallorca para la construcción de la Vía Conectora. Asimismo, Barceló ha añadido que su partido también defenderá que los enlaces de la primera fase de este proyecto también se sometan a la evaluación de impacto ambiental, teniendo en cuenta, según ha recordado, que el Departamento de Carreteras consideraba que la primera fase no tenía que pasar este trámite, dado que ya lo había hecho en 2004. ENLACES "COMPLICADOS" Sin embargo, Barceló ha señalado que hay una serie de enlaces "complicados", como el de Coll d'en Rabassa, que, a su juicio, deben pasar por la evaluación de impacto ambiental y, en esta línea, ha augurado que en algún punto de la primera fase de la Vía Conectora habrá que soterrar la carretera o construir algún puente. El líder del PSM ha recalcado que su partido siempre ha defendido que los desdoblamientos "deben ser lo más respetuosos posibles con el territorio", por lo que ha manifestado que la Vía Conectora deberá construirse con el "mínimo de impacto ambiental y de ocupación del territorio". Finalmente, Barceló ha resaltado que la voluntad de su partido es que la primera fase de la Vía Conectora se vaya construyendo, mientras que la segunda fase "se tiene que arreglar mucho", al tiempo que tiene que pasar por la Comisión Balear de Medio Ambiente, lo que supondrá un trámite de un año en el que "se puede hablar para mantener lo que habíamos pactado".
