Finalmente los de HazteOir consiguieron dar su charla de odio en el Auditorium de Palma después de que les cancelasen el acto que tenían previsto llevar a cabo bajo engaños en el Hotel Balanguera de Palma. Al final la tropa de Arsuaga y Tenorio consiguieron sembrar Mallorca con su mensaje LGTBIfóbico ante la pasividad de los políticos, de Ben Amics y con la complicidad de la familia Ferragut que ante el dinero no entiende de ideologías ni respeto. Todo por la pasta, estos son mis principios y si no le gustan...tengo otros ¿De qué sirve tener una ley LGTBI en Baleares si a las primeras de cambio se la pasan por el forro sin repercusión alguna?
Hay que mencionar también el doble rasero de los medios de comunicación y opinadores varios que se escandalizan y sacan titulares a mansalva por una “chochocharla” en favor del feminismo que es en positivo pero en cambio miran hacia otro lado con la conferencia antiLGTBI de la asociación ultra HazteOir con la que por lo visto se sienten mucho más a gusto y se hace en contra de un grupo humano ya bastante humillado. No todo vale en nombre de la libertad de expresión y menos cuando se ataca a un colectivo tan desprotegido como es el colectivo transexual. Tanto odio no les puede salir gratis. Con el sufrimiento de las personas no se puede trapichear de esta manera. Cuando se trata de quitar derechos, de humillar a un colectivo marginado, de pretender imponer sus ideas trasnochadas la libertad de expresión se convierte en un arma de doble filo. Los miembros de la ultraderecha se esconden tras un estado de derecho que más que ampararles se convierte en cómplice cuando no hace nada para evitar que se difunda su discurso de odio.
Mientras ni Marlaska ni el gobierno del Pedro Sánchez han hecho nada para sacar adelante una ley LGTBI estatal y se niegan a retirarle a HazteOir la categoría de utilidad pública y eso que cuando estaban en la oposición atacaron duramente al gobierno del PP y al ministro Fernández Díaz por hacer lo mismo que ahora hacen ellos. Por sus hechos les conoceréis.
