Preocupan en el Ajuntament de Palma la serie de informaciones desveladas esta semana por mallorcadiario.com y que, como mínimo, ponen en cuestión el cumplimiento estricto de las normas de seguridad del Centro Comercial más popular y longevo de la capital balear.
Quizás, de tanto verlo ahí y de tanto visitarlo para hacer nuestras compras, jamás nadie reparó en algunos posibles defectos en el cumplimiento de las normas de seguridad.
Es cierto que, muy probablemente, nos daríamos de cara con sorpresas desagradables si visitáramos con ojos críticos otros espacios de gran afluencia de público.
El caso es que ya se ha estrenado la iluminación navideña en Ciutat y eso dispara a la gente hacia los comercios tradicionales y hacia los grandes centros comerciales. Mucha gente, agobios, colas. Por suerte, nunca ha pasado nada. Nunca hemos tenido que salir en los telediarios por tragedias como la del Madrid Arena.
La cuestión está en que se ha puesto el objetivo en este asunto y el Ajuntament de Palma se ha puesto manos a la obra. Por suerte no tendremos que decir que lo hace demasiado tarde. Pero hay que extremar la seguridad en todos los casos. En Porto Pi, en el resto de centros comerciales y en los espacios de afluencia pública de todo tipo.
La única incomodidad que me queda es que nadie me aclara por qué nadie había movido un dedo antes. No hay respuesta.
Porto Pi tiene un plazo para demostrar que cumple con la normativa y para corregir errores. Mejor para todos, Empezando por los propios comerciantes que pagan allí sus alquileres y que dan por hecho que, con lo que pagan, ellos y sus clientes están seguros.
