La supervivencia de muchas actividades vinculadas al turismo en Baleares va a depender, en gran medida, de la facilidades que tengan las empresas a la hora de gestionar sus Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el periodo en el que aún no haya una afluencia regular de turistas. Canarias ha conseguido el compromiso verbal del ministro Ábalos de que las empresas turísticas de ese archipiélago podrán prorrogar sus ERTEs "el tiempo que haga falta" mientras continúe cerrado el mercado internacional hacia las islas y hasta que se pueda recuperar el transporte y la llegada de turistas.
La portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, -con quien se comprometió Ábalos personalmente- explicó el miércoles que el acuerdo se inscribía en las negociaciones del Gobierno central para hacerse con el mayor número de apoyos en el Congreso ante la votación de la cuarta prórroga del estado de alarma. Coalición Canaria votó sí a la prórroga. A cambio, según Oramas, se consiguió para Canarias un balón de oxígeno que permitirá mantener los ERTEs que amparan a unos 200.000 trabajadores del sector turístico y de la restauración de las islas.
El logro canario despertó inmediatamente recelos y suspicacias en Baleares, donde no resulta tan fácil presionar al Gobierno central como en Canarias. A pesar de que ambas comunidades tengan grandes similitudes en el terreno económico y social, y sean espejo de parecidos problemas, en lo político Canarias parece ir siempre un paso por delante; quizá por tener una representación singularizada en las Cámaras de Madrid -con diputados de partidos propios- o por hacer valer su ultraperiferia con notable acierto y una gran oportunidad política.
Las sospechas de trato de favor o de discriminación han sido rápidamente acalladas por el Govern balear, que defiende haber hecho los deberes y que afirma que también en Baleares se prorrogarán los ERTEs del sector turístico local mientras continúe cerrado el mercado internacional hacia las islas y hasta que se recupere el transporte.
A falta de una promesa verbal como la de Ábalos a Ana Oramas, cabe confiar que será así y que Baleares contará con el mismo trato que Canarias. Una discriminación entre territorios en este punto no tendría sentido y convendría despejar toda duda cuanto antes. En juego están muchas empresas y el empleo de 141.000 trabajadores de nuestra comunidad acogidos a este sistema de protección temporal.