El ex-presidente Jaume Matas ha comparecido en Palma para explicar al juez el asunto de la Ópera de Calatrava. Después, tal vez animado por el ambiente optimista para sus intereses, dio unas declaraciones a la agencia Efe en las que explicó su punto de vista que, básicamente, es que no hubo ninguna irregularidad en el asunto. Y añade algo muy simpático: que la decisión de presentar la Opera no fue un acto electoralista. Ustedes verán, de todo lo que tiene que ver con las irregularidades, no tengo nada que decir porque, obviamente, alguien tendrá que demostrarlo. Pero de la cuestión de electoralismo... La calificación de electoralista es una cuestión subjetiva. ¿Es electoralista aprobar el cheque bebé? Pues... ¿Es electoralista hacer inauguraciones antes de las elecciones? Se trata de cosas subjetivas en las que cada uno tiene su opinión. Dicho lo anterior, yo, como Pau Carbonell, digo que a mí la Opera me da un efecto electoralista que me tumba. Tal vez sea que soy muy sensible, tal vez. Pero casi voto a Matas con sólo imaginar una noche de verano oyendo a Lady Gaga cantando en la Ópera calatraviana en el puerto. O sea, a mí me da que sí. Como el cheque bebé.





