Es el momento preciso para que la industria del cine española se ponga manos a la obra y nos haga un remake de la inolvidable película de Mariano Ozores. No se si Don Mariano a sus casi 90 años estará en condiciones de dirigir como hizo en el 82 con “¡Que vienen los socialistas!” o habrá que tirar de Santiago Segura o Javier Fesser, pero la cosa hay que hacerla. Y dado que nos dejó hace muchos años el genial Luis Escobar, que hubiese sido genial para interpretar a Nicolás Maduro en su papel de candidato a la presidencia del Gobierno de España por Podemos, habrá que buscar entre los frikis de la tele, esos que se maneja tan bien mi compañero de Europa FM, Javier Cárdenas, para encontrar a quienes interpreten en la cinta los iglesias, errejones y monederos, que son personajes difícilmente reproducibles. Si lo hacemos bien el éxito está asegurado: El cine español volverá a tocar las cumbres más altas del éxito como ya hizo con “Los bingueros”, la saga “Torrente”, y si me apuran hasta con “Lo imposible”. Porque lo de los chavistas españoles tiene mucho de guasa, pero también bastante de drama.
Blanco y en botella suele ser leche. Y cuando unos señores se han pasado años cobrando del régimen bolivariano de Venezuela y sus palmeros, compartiendo mítines y discursos con ellos, defendiendo su modelo económico como válido, poniendo como ejemplo a Hugo Chávez –un ex golpista condenado por ello- como verdadero ejemplo de la democracia real, defendiendo a capa y espada los desmanes del chavismo, y además han utilizado el dinero que les han entregado esta gente para comprar un espacio en una televisión en España, el cual ha servido para adoctrinar en el chavismo más rancio a los espectadores y ha sido el embrión de un partido político… es que estos señores son chavistas. Sin que haya matización posible.
Si además se demuestra que el dinero de Venezuela ha entrado directamente a las arcas de Podemos, entonces además son tontos. Y habrán incurrido en una ilegalidad flagrante que espero paguen bien cara.
Los chavistas están aquí, disfrazados de buenistas quinceemeros, con los bolsillos bien llenos de bolívares venezolanos, reuniendo a su alrededor a gente tan bien intencionada como ilusa en unos casos, a auténticos radicales de izquierda en otros, y a restos de serie de otros partidos en el resto. Están aquí y amenazan con convertir nuestro país en otro “paraíso” como es Venezuela. Un país donde se persigue y se encarcela a los opositores al régimen oficial sistemáticamente tal y como denuncia Amnistía Internacional. Un país donde los precios subieron un 70% según cifras del propio gobierno chavista en 2014. Un país donde hasta limpiarse el culo es un problema por la falta de papel higiénico en las tiendas.
¡Qué vienen los chavistas! Tras su “éxito” en Venezuela, pretenden “salvar” España. Y habrá quien los vote creyendo que son la solución a algo. Me viene a la memoria el chiste del genial Eugenio. Aquel en el que a un pobre hombre a punto despeñarse se le aparece Dios y le invita a dejarse caer al vacío con la promesa de que sus ángeles le recogerán y depositarán suavemente en el fondo del barranco. Como aquel infeliz, yo me pregunto : ¿hay alguien más?
