A ver: ¿Me quieren decir que aún, veinte años después, tenemos que seguir pagando el viaje a los nietos de los nietos de algunos mallorquines que viajaron a Sudamérica? Ya en los primeros viajes que organizó el primer gobierno de Cañellas había ocasiones en las que tenían que traer a gente que ni sabía de qué le hablaban cuando le decían Mallorca. Pero es que hoy, veinte años después, no debe quedar nadie por allí que no haya venido. Ustedes verán: algún día alguien debería dejar de pagar estos viajes y empezar a exigir rigor. ¿Por qué nos nos pagan nuestros viajes a ver a los amigos a la Península o a Europa?





