"Detrás de la cría hay un mundo oscuro, de maltrato y crueldad insoportable hacia los animales", indica su fundador y presidente, el abogado Manuel Molina. "Más allá de que a uno le gusten más o menos los animales, debemos asumir que no son objetos: son seres que tienen sentimientos".
Así lo establece de facto el ordenamiento jurídico, reformado hace apenas dos semanas. "Se acaba de modificar el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil a raíz de una indicación de la Unión Europea de hace 13 años - el Tratado de Lisboa-, en la que ya se decía que los animales son seres sintientes", explica el letrado a mallorcadiario.com.
Ahora bien, todo ello coexiste con una sociedad eminentemente mercantil que consume sin freno y sin mirar la etiqueta. "Si uno indagase un poco y viese de dónde ha salido ese cachorrito tan mono, estoy seguro que una mayoría se echaría atrás".
Se refiere a granjas de cría, de producción industrial, en las que las hembras son fecundadas sin respiro para que alumbren varias camadas al año. Más cachorros, más ventas, mayores beneficios.
Un ejemplo reciente lo encontramos en el grupo que se dedicaba al cultivo de marihuana y cría de perros ede raza en una finca del Camí Fondo de Palma, en cuyas instalaciones los efectivos del Seprona hallaron 56 canes -entre otros muchos animales- en muy mal estado y sin atención veterinaria. Fuentes policiales han indicado a este medio que una de las hembras dedicadas a la cría estaba "totalmente destrozada" y temblaba de terror.
"Esta actividad genera un exceso de animales, una superpoblación imposible de asumir. Si a esto le sumamos la irresponsabilidad de muchos en la tenencia y cuidado de animales, se crea la tormenta perfecta para los perros y gatos".
El infierno estaba en el Camí Fondo de Palma
Criadero de perros de raza
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PERO, ¿ES LEGAL LA CRÍA?
A día de hoy, la cría, como tal, es legal en tanto en cuanto no hay una prohibición expresa de que los particulares puedan criar animales para venderlos, tal y como apunta el experto, que precisa que existen regulaciones de tipo tributario (cuestiones meramente administrativas) que deben cumplir las personas que se dediquen a ello. Además de, por supuesto, unas condiciones higiénico-sanitarias óptimas y revisiones veterinarias que eviten el maltrato animal, que sí persigue el Código Penal.
Sin embargo, Molina sostiene que esta actividad suele desarrollarse en la clandestinidad, sin ojos que vigilen las condiciones infernales en las que nacen y crecen los animales.
"Se les mantiene hacinados en jaulas, sin luz natural, sin tiempo para que paseen ni jueguen, produciendo como auténticas fábricas", advierte. En el criadero del horror del Camí Fondo, por ejemplo, los detenidos se encargaban de vacunar ellos mismos a los animales para ahorrarse los gastos veterinarios y se les suministraba los medicamentos que ellos considerasen, sin análisis de expertos.
"Piénselo bien antes de comprar ese perro o ese gato de raza, precioso, estas Navidades", sugiere el letrado. "Detrás de su carita hay mucho sufrimiento".
La mejor opción: visite una perrera o un refugio y adopte a un animal condenado a muerte tras una vida perra.
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