Conquista el Masters

Rory McIlroy se enfunda la chaqueta verde en Augusta

Rory, ganador del Masters de Augusta.
Rory, ganador del Masters de Augusta.

En golf los guiones no están escritos, se escriben. Por ello el nuestro es un deporte especial y lo demostró una vez más en la madrugada del domingo al lunes. La cuarta jornada comenzaba con un partido estelar con toda la pinta de un mano a mano. McIlroy (-12) y De Chambeau (-10) eran los máximos candidatos a estrenarse en Augusta. El número 1 del mundo y defensor del título estaba a siete golpes y solo Aberg, Conners y Rose podían sumarse a la fiesta.

Tras un mal inicio con su doble bogey al hoyo 1 que unido al birdie de De Chambeau en el hoyo 2 le hacían perder el liderato supo reaccionar para plantarse en el hoyo 10 con cuatro golpes de renta que parecían suficientes para afrontar la parte complicada del recorrido con tranquilidad.

El efímero liderato del americano, errático con los hierros, no tenía visos de repetirse y solo los de atrás podían tener alguna chance. Y como "el golf es golf"  los segundos nueve cambiaron el guión. El inglés Rose presentó su candidatura gracias a un juego excelso y a los errores de Rory. De Chambeau claudicó en el 11 con su doble bogey tras visitar el estanque que en la edición anterior condenó a Aberg.

El hoyo 13, un par 5 muy abonado al birdie y algún eagle, fue el inicio del calvario del norirlandés. Con inteligencia, no necesitaba arriesgar, decidió llegar de tres a green y se dejó un golpe de 80 metros. Un golpe relativamente fácil pues no necesitaba apurar. Y la apuró tanto, que cayó al arroyo. Firmó un doble bogey que le bajaba a -11, dejaba su moral tocada y abría un nuevo escenario. Justin Rose estaba jugando increíble y ya era un firme candidato a la chaqueta verde.

UNA GRAN BATALLA

Los temores para Rory se agravaron en el 14. Sumó un nuevo error. La bola se quedó colgando y retrocedió a 10 bajo par. Enmendó su error en el  hoyo 15, par 5, con un monumental hierro a green que le dejó una opción clarísima de eagle que marró. El birdie le situaba de nuevo con un golpe de ventaja sobre Justin Rose que falló su putt para par en el 17.

Rose no tiró la toalla y con un fantástico birdie en el 18 situaba el -11 en Casa Club. Aberg que compartió, por unos momentos, liderato con los británicos tuvo un cruel desenlace con su triple bogey en el 18 lo que no desmerece en absoluto otro extraordinario torneo del nórdico. Rory llegó al 18 con un -12 que le aseguraba la victoria haciendo par. Arriesgó con el driver y salvó los bunkers dejando la bola en una excelente posición, a tiro de wedge.

Muy mal golpe a green visitando el búnker aunque con la bola en buena posición. El golpe desde la arena le dejó un putt de apenas 2 metros para alcanzar la gloria. Falló por la derecho.El play off estaba servido.En un desempate, familiar para Justin Rose porque lo había perdido en 2017 contra Sergio García, novedoso para Rory McIlroy, el golfista que se había comprometido con la historia para incluir su nombre en una media docena de jugadores que han completado el Grand Slam, los cuatro grandes del golf mundial (Masters, US Open, British y PGA).

RORY, UN GRAN HOYO DE DESEMPATE

El elegido logró su propósito en el primer hoyo. La gloria en varios actos tras vivir una pesadilla durante el final de la última vuelta. Su hoyo de desempate fue maravilloso. Jugó nuevamente el driver, un misil que aterrizó en el centro de calle y le dejó la bola a una distancia similar a la del hoyo 72.  No falló en esta ocasión. Un hierro aterrizado a un metro para birdie en el regreso al hoyo 18 definió un episodio para la historia. Rose había pegado un golpazo que voló sobre la bandera y le dejó un putt para birdie entre asequible y complicado. Falló por poco. Completó el par y dejó el putt para la gloria del norirlandés.

Arrodillado en el green,  McIlroy lloró desconsoladamente. Había puesto fin a 11 años de tormentos. Se abrazó a su caddie, Harry Diamond. Dio las gracias a Rose. Y siguió llorando. Luego recorrió emocionado todo el paseillo hasta la firma de tarjetas. Sonaba un "Rory Rory Rory ....." de un público enfervorizado.Le esperaban su mujer y su hija Poppy, su familia, sus colegas y compatriotas Lowry, Fletwood, ....A la gloria con sufrimiento. Rory se convierte en leyenda del golf mundial. Este 2025 está siendo un "año Rory".

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