El fin de semana ha sido el pistoletazo de salida para el desmadre. Cientos de estudiantes llegados de la Península han tomado las calles, el paseo marítimo y la playa para celebrar la post-Selectividad. El ruido se ha apoderado del barrio, de día y de noche.
"Todos los años es la misma historia", lamentan desde la asociación vecinal Amics de S'Arenal. "Es cierto que el año pasado el Ayuntamiento realizó un plan de control bastante efectivo en la playa, por lo que este año no debería ser igual, pero para dar una solución global al problema no basta con concentrarse en primera línea para impedir que hagan botellón en la arena porque terminan dispersándose por todos lados". De Llucmajor a Palma y de Palma a Llucmajor, los policías van pasándose la 'patata caliente' mientras los residentes aguantan el chaparrón.
No obstante, desde la Asociación subrayan que el foco del problema son ciertos hoteles, como el Hotel Paradise -de JS Hotels- o el Luna Park que potencian este tipo de turismo.
"Nosotros somos víctimas pero ¿y los hoteles que se han reformado para subir la calidad y cambiar el perfil? ¿Qué pasará con sus turistas? ¿Querrán regresar?", se preguntan preocupados.
La Ordenanza municipal prohíbe promover en la calle "ruidos, voces, músicas y cuanto pueda ser motivo de molestia para el vecindario" así como el funcionamiento de cualquier aparato a un nivel de volumen que produzca molestias vecinales.
El año pasado, por este motivo, la Policía Local interpuso 19 multas a hoteles por molestias.