La ministra de Hacienda, la andaluza Montero, anunció ayer que el gobierno va a buscar nuevos espacios fiscales para el siglo XXI. Usted, querido lector, quizás sea tan imprudente como yo y lo primero que le haya venido a la cabeza es que ya está la izquierda haciendo lo único que sabe, subir impuestos.
Pero se equivoca, porque, oh sorpresa, los impuestos no se los va a subir la izquierda gobernante, sino la derecha económica, es decir, los abyectos capitalistas.
Eso de la conquista del espacio fiscal funciona de la siguiente manera: Aparentemente, el gobierno supersocial y solidario con todos los desarrapados de la tierra -menos con los de aquí- ha diseñado tributos que no nos gravarán a nosotros, sino a las grandes corporaciones, empresas tecnológicas y bancos. Vaya, para que me entiendan, lo que los podemitas denominan ‘los ricos’. ¡Al fin!
El detalle es que, efectivamente, las grandes empresas gobernadas por sesudos ejecutivos que estudian permanentemente las aplicaciones más sorprendentes de la ingeniería fiscal, van a pagar más al fisco. Que se fastidien, que para eso son ricos.
Pero Sánchez y Montero saben perfectamente que ahí no termina la cadena de paganos porque, naturalmente, si producir lo que sea -bienes o servicios- le cuesta a esas empresas más, adivinen qué va a pasar a continuación. Lo ven, ¿no?
Montero ha descubierto la subida de impuestos mediante testaferros, por capitalista interpueso. Ella cruje a las grandes empresas y éstas nos crujen a nosotros.
Los gobiernos socialistas son maestros en acuñar palabros y eufemismos para anunciar medidas de su política decimonónica. Por ejemplo, no sé si recuerdan aquello de las ‘soluciones habitacionales’ para parejas jóvenes y singles de la época de Zapatero. Sonaba bien, aunque luego resultaba que se trataba solo de los cuchitriles de toda la vida.
Ahora, la exrecaudadora de Susana Díaz se ha inventado eso de ‘explorar los nuevos espacios fiscales del siglo XXI’ para definir la subida de impuestos de siempre, disfrazada de distribución de la riqueza. Valerio, en cambio, no fue tan hábil al anunciar que va a aumentar las cuotas a los pérfidos autónomos, aprendices de empresarios.
El día en que un gobierno socialista ponga el énfasis en controlar el despilfarro en lugar de acudir a la solución fácil de pedirnos más dinero a todos, entonces sí podremos decir que las cosas están cambiando.
