La VPO se ofertaba en Airbnb como 'superhost (super anfitrión), una categoría de la plataforma que destaca a los anfitriones que son fiables (y por tanto, tiempo ofreciendo alquiler turístico) y mejor valorados. El precio por noche es de 180 euros además de 15 euros por gastos de limpieza y 64 de servicio para la plataforma de alquiler, donde se seguía ofertando y constan hasta 15 reseñas de usuarios que se habrían alojado en la vivienda.
Estos anfitriones reciben un distintivo especial en su anuncio y su perfil que les otorga una mayor visibilidad en la plataforma.
Según ha informado este jueves el Consell de Ibiza, el expediente ha sido remitido al IBAVI, para que tome las medidas correspondientes, mientras el servicio de Inspección Turística de la institución insular ya ha iniciado por su parte el proceso de sanción por publicitar y comercializar las habitaciones sin licencia y sin haber presentado la declaración responsable de Inicio de Actividad Turística.
El Consell de Ibiza ha lamentado que "en una situación de necesidad de vivienda como la actual, haya quien se aprovecha del beneficio de haber obtenido una VPO para hacer negocio".