Este lunes por la mañana se han retomado los trabajos de remodelación en el tramo de Maó-Alaior de la carretera general. Las obras estaban paralizadas desde hace semanas por la demanda de 2,8 millones de euros extra por parte de la UTE Dragados-Antonio Gomila, pero la negativa del Consell de asumir el sobrecoste de la obra y las posibles penalizaciones por incumplimiento de plazos, han hecho que la empresa adjudicataria se replantee sus demandas y haya decidido, de momento, seguir adelante con el trabajo.
Cabe recordar que uno de los motivos por los que se adjudicó la obra a la UTE Dragados-Antonio Gomila fue porque sus plazos de ejecución eran menores que las otras empresa, comprometiéndose a finalizar la reforma en 14 meses. Un factor que ha acabado jugando en su contra en su pulso con la conselleria de Mobilidad y Proyectos.
Para el conseller Alejandre la situación ha sido clara desde el principio: "las obras empezaron el 15 de septiembre con un presupuesto de 7'5 millones de euros, pero el 22 de diciembre nos dicen que les faltan 3 millones para poder hacerlas. ¡Eso es un 38% de aumento! Entonces contestamos enseguida a la constructora y les dijimos un NO rotundo. La ley prevé esas cosas."
Falta ahora saber si con la reanudación de los trabajos de este lunes se da por finalizado el conflicto del sobrecoste o si estamos sólo ante un punto y seguido.
