Francesc Antich, el líder del PSOE y presidente del Govern, dejó las puertas abiertas a un hipotético pacto de gobierno con lo que sea que salga de Unió Mallorquina, tras la crisis que está viviendo este partido. Nuevamente Antich, persistente en su error, insiste en demostrar a los ciudadanos que no tiene principios, que si hace falta volverá a pactar con los mismos políticos que en el pasado protagonizaron las conductas que han conducido a las acciones judiciales que hemos visto. Lo que ha venido sucediendo en Baleares, lo que todo el mundo conocía pero sólo ahora ha tenido persecución penal, es demasiado serio como para que de un plumazo se diga que todo ha pasado, que ya está, que empezamos una vida nueva, que renegociamos y listo. Aquí alguien tendría que pedir disculpas, alguien tendría que echar a alguien de un partido antes de que lo hagan los jueces, alguien tendría que decirnos que no volverá a corromperse, que desaprueba la compra de votos, que no está de acuerdo con premiar a los agentes electorales con puestos en las estructuras del sector público. Sólo después de esto, podremos empezar a creer que esto se reconstruye. Mientras no se pidan disculpas, mientras todo el mundo mire hacia otro lado y pretenda que aquí no ha sucedido nada importante, esto no va a empezar a ser diferente. Simplemente estaremos esperando a ver si la Policía no viene esta noche, a ver si no se descubre lo último. La postura de Antich es un indicador de que esto ha perdido el norte, de que no entendemos nada, de que creemos que basta con cambiar de sede para poder volver a empezar como si nada. Y lo peor es que no sólo Antich ha perdido el norte, sino que casi es peor la postura de quienes callan sistemáticamente. ?





