El nuevo trimestre comienza con tensión en las aulas. Los docentes vuelven a la huelga el día 7 en solidaridad con Jaume March,el director de l'IES Marratxí. Durante estas fiestas se han vivido llamadas de los sindicatos reclamando fuerza a los profesores. La estructura educativa balear vive sus horas más tensas. La aprobación de la Ley de Símbolos por parte del PP justo antes del periodo vacacional ha añadido más leña al fuego. No hay, de momento, ningún signo de apaciguamiento por parte del Govern. La pregunta es hasta dónde llegará esta situación. El pasado trimestre quedó marcado por las huelgas, las protestas y las manifestaciones.Todo apunta a que vienen meses sino parecidos en intensidad del malestar, sí marcados por la crispación y el desencuentro entre gobernantes y docentes.
El Govern y el PP tendrían que hacer una seria reflexión sobre este conflicto. Si querían dar una imagen de autoridad, es muy posible que lo hayan conseguido, pero a un precio muy alto. De cara al futuro, y si este partido perdiese la mayoría absoluta, será muy difícil que encuentre socios para gobernar después de haber protagonizado enfrentamientos tan duros con una estructura social tan potente e influyente como la educativa.
El 2014 es la gran oportunidad del Consolat para reiniciar el viaje al centro político, para reocupar un espacio que abandonó, tal vez ingenuamente, en los dos últimos años. Será muy difícil que lo consiga en las actuales circunstancias. No ha dado la mejor imagen de partido tolerante, abierto y dialogante que tantos réditos suele obtener en toda contienda electoral.
En democracia la autoridad es buena sólo hasta cierto punto. Cuando se tensa demasiado la cuerda los efectos son contraproducentes. La marea verde acabará invadiéndolo todo, como ya pasó el pasado 31-D en Cort.
La izquierda balear ha recibido un gran regalo. Casi sin mover un dedo, le van a llegar apoyos que había perdido en su gran fiasco electoral del 2011. El PP se ha enfrascado solo y cabezón en su lucha contra profesores y maestros. Y la izquierda únicamente tiene que sentarse en el portal de su casa para recoger los frutos el año que viene.