Bill Gates se ha erigido como salvador de la humanidad. Ya lo demostró con avisos y simulaciones de una pandemia devastadora a la vuelta de la esquina. La pandemia llegó y Gates aportó la solución a la misma. Además del virus, Bill Gates trata de salvarnos de la superpoblación del planeta y otras amenazas.
Gates afirma que el problema de la sobrepoblación mundial se soluciona aportando salud a las familias, con vacunas o favoreciendo el aborto y la eutanasia. Dice Gates que cuánto más sana es una nación, menos hijos tendrán las mujeres porque lo que pretenden las familias que tienen muchos hijos es que la estirpe continúe. Por eso, cuánta mejor salud, más probabilidades de que con menos hijos se perpetúe la especie.
Elon Musk y Jack Ma, fundadores de Tesla y Alibaba piensan lo contrario. A ellos les preocupa, no la súperpoblación sino la reducción de la natalidad en el mundo.
Aunque parezca extraño, no es tan descabellado pensar que, debido a que el número de hombres y mujeres en el mundo es similar (en torno al 50% cada género) y por ahora los primeros no son capaces de procrear, a medida que vayan pasando generaciones con un número de hijos menor a dos la población mundial irá disminuyendo.
Como la mortalidad infantil existe, se considera como tasa de fertilidad ideal la de 2,1 para mantener la población. Actualmente estamos viviendo una superpoblación, alentada en el mundo occidental por el baby boom que hubo tras la II Guerra Mundial pero es cierto que las familias del primer mundo han reducido por debajo de 2 la tasa de fertilidad y los efectos se verán durante las próximas décadas. Es España la tasa es de 2 hijos. En la parte baja están Grecia, Portugal, Corea del Sur y muchos otros países con un hijo por mujer.
Un dato que avala la tesis de Elon Musk y Jack Ma es la continuada reducción de la tasa de fertilidad en los últimos años. Así como en 1980 cada mujer en edad fértil tenía 4,97 hijos, actualmente procrean 2,3, casi la mitad.
La mayor tasa de fertilidad se da en el África Subsahariana con 4,7. Destaca la de Níger con 7 hijos por mujer. El motivo de tal tasa de nacimientos parece ser que, debido a la falta de trabajo, cuantos más hijos por familia, habrá más posibilidades de aportar alimento al hogar y así ayudar a sobrevivir. Además, la tasa de mortalidad infantil es más elevada. Por eso, junto a una mejor sanidad, una planificación económica parece ser la solución.
En el 85% de los países del mundo la tasa de fertilidad está por debajo del 2,1. Por eso, podemos pensar que la población mundial en las próximas décadas se puede contraer, en contra de lo que nos hacen pensar ¿Por qué se lanza con tanto ahínco el mensaje que somos muchos y seremos más en los próximos años convirtiendo el planeta en inhabitable?
La pregunta es evidente ¿hay que dar siempre por buena la visión de Bill Gates y toda acción que pretenda para mejorar el mundo? Aun siendo loable el fin, quizá el camino más adecuado para lograrlo no sea el que él pretende.
Ahora Gates ha decidido que hay que tapar el sol para salvarnos de los efectos del cambio climático. Para ello pretende verter toneladas de polvo de carbonato de calcio por el aire para atenuar la radiación solar. Pero se ha encontrado la oposición de los pastores de renos indígenas Sami de Suecia que es el lugar elegido para realizar la primera diseminación de polvo estelar de la Historia. No quieren respirar un polvo cuyos efectos secundarios se desconocen. Bien por ellos y por el gobierno sueco que les ha apoyado. No les extrañe que Gates siga intentándolo. Es perseverante y no escatimará en esfuerzos para doblegar a los incómodos Sami.
Según el fallecido Stephen Hawking, otra ilustre mente, los peligros que acechan a la humanidad son cuatro: una gran catástrofe natural, un desarrollo desmesurado de la Inteligencia Artificial, el calentamiento global y el contacto extraterrestre con civilizaciones más avanzadas que nosotros.
Al igual que Elon Musk y Jack Ma, el fallecido Stephen Hawking no contemplaba como amenaza la superpoblación humana. Teniendo en cuenta las próximas amenazas a nivel planetaria, no se extrañen que pronto veamos naves espaciales o la amenaza de un asteroide (reales o en forma de holograma) para que Bill Gates aporte la solución. Sobre todo, no tomen decisiones bajo un estado de pánico. El miedo es mal consejero y a veces se genera sin motivo real con el fin de conseguir unos fines determinados.