Que un partido que gobierna se ponga en contacto con empresarios para hacer descuentos a sus afiliados, en una época donde la sospecha de la corrupción, la prevaricación y el trato de favor es vox populi, me parece un despropósito mayúsculo.
La no discriminación por razón de raza, sexo, ideología o religión ya no vale. Si eres del PP tienes descuentos, si no lo eres tienes que pagar como todo hijo de vecino. No me imagino una empresa que haga descuentos a blancos y no a negros, a delgados y no a gordos, a comunistas y no a socialistas, a católicos y no a protestantes. y es aquí donde debemos dar las gracias al PP por aumentar el conflicto social.
Los empresarios puedan hacer lo que quieran con su dinero, pero que el PP (que cuando gobierna, contrata, compra, consume, gasta y tiene relaciones económicas con empresarios) haya conducido a esta situación a tantas empresas es un acto de irresponsabilidad. ¿A partir de ahora estas empresas podrán ser contratadas directamente por la administración? ¿No se incurrirá en trato de favor? ¿No tenderá el Govern a favorecer a las empresas que hacen descuentos a los afiliados del partido que gobierna?
¿Qué necesidad tenía el PP de hacer la tarjeta azul? ¿Es que alguien se hace militante de un partido para tener descuentos en comercios, hoteles o restaurantes? Es ridículo que un partido serio como el PP haya llevado a cabo esta iniciativa.
Es ridículo, patético y vergonzoso.
