Suárez cumplió: realizó con éxito la tarea; una vez realizada, sin embargo, debía marcharse: mayoritariamente, ésa era la opinión refinancieros y empresarios. Pero Suárez no se marchó; al contrario: lo que ocurrió fue que el botones ascendido a capataz se creyó arquitecto y se puso a levantar el edificio flamante de la democracia sobre el solar arrasado del edificio de la dictadura.
No lo digo yo, lo dice Javier Cercas en Anatomía de un instante.
Como Franco, Suárez ha muerto por capítulos. Los responsables de los medios de comunicación no sólo han podido “estirar el chicle” durante más de media semana sino que además han tenido tiempo para preparar capítulos especiales.
“Tetas, culos y muertos”. Es la trilogía mediática más comercial. Lo llamamos ‘morbo’, concepto definido por la RAE como “gusto por lo desagradable”. En este caso, sólo nos ha faltado la imagen del abulense lleno de sueros y sondas. Podría competir contra una portada de Marta Sánchez y Belén Esteban haciendo el tren de frente.
Suárez pasó de héroe a villano, y la muerte lo ha vuelto a ennoblecer. Ahora, todo son panegíricos para un hombre tan lleno de estrategia como vacuo de ideología. En su momento lo acribillaron.
Fue llamado por el Rey sin que fuera uno de los políticos más destacados del tardo-franquismo. De hecho, el deseo de Franco -y sobretodo de Carmen Polo- era que su sucesor en el Gobierno fuera Carlos Arias Navarro. Sin embargo, al monarca interino le convenía más apostar por una ruptura meridiana y mediatizada. Como el reinado de Juana la Loca, su jefatura del ejecutivo fue de rebote.
Sin embargo, no hay gloria que cien años dure. El que fuera capaz de liderar el proceso democrático más importante de España, no pudo mantener su propio partido político a flote. Con él, el espacio de centro se hundió y ya nunca más se supo. El bipartido ha hecho lo necesario para que no saque la cabeza. Salen partidos a más a la derecha, y más a la izquierda… aunque la mayoría se autodenominen de centro. Las historias se repiten.
Corolario: Todos quieren ser Suárez, pero Suárez hace mucho tiempo que murió.
