Los cambios en materia electoral llevan de cabeza a los dirigentes políticos. El miércoles, sin ir más lejos, miré con interés el informativo nocturno de IB3. Las seis o siete primeras noticias estaban relacionadas con visitas o inauguraciones. Antich visitaba unos pisos en obras, Vicens -y Biel Barceló, sin cargo en el Govern- se montaba en un tren eléctrico, mientras la alcaldesa hacía un recorrido por el parque que está situado junto al edificio de GESA para recordarnos que los "malos" del PP querían construir pisos de lujo. El canal autonómico ofrecía incluso imágenes de la consellera Joana Barceló tomándose un cocktail preparado por estudiantes, y más tarde la veíamos sentada como espectadora en unas jornadas organizadas por el Govern y que, a tenor de la poca gente que se veía, no tenía demasiado interés. Los primeros 15 minutos del informativo eran pura propaganda de las instituciones, de lo que hacen, harán en el futuro o intentarán inaugurar si es que logran seguir en sus respectivos cargos. Al cabo de 15 minutos aparecía José Ramón Bauzá reuniéndose con emigrantes, lo que también puede considerarse propaganda política. Afortunadamente, estas maratonianas jornadas de inauguraciones se acabarán muy pronto ya que la semana que viene se disuelve el Parlament y estará prohibida la propaganda. Los ciudadanos lo agradeceremos, sin duda, y en IB3 trabajarán más relajados.
