Vista la caída de votos del 25-M, José Ramón Bauzá ha sacado la corneta y ha tocado a arrebato a los suyos de cara a las elecciones autonómicas de dentro de un año: "O sacamos mayoría absoluta o nos vamos a la oposición".
Estamos ante la vieja estrategia que pasa por la arenga a todas las bases no vaya a ser que dejen de ser alcaldes unos, diputados otros, o concejales o cargos públicos los de más allá. Es también el mensaje del miedo. "Cuidado que si vuelven los hexapartitos, vamos listos todos". Nada nuevo bajo el sol, y más aún cuando todos los olfatos apuntan hacia un más que probable desgaste electoral de Bauzá en las elecciones autonómicas y que le discute muy mucho la mayoría absoluta cosechada como trigo en 2011.
Ya decía un editorial de este digital esta misma semana que la diferencia entre Bauzá y Jaume Matas es que el segundo no tenía previsto un Plan B si no obtenía mayoría absoluta en 2007, y que Bauzá no es que no lo tenga. Es que no lo quiere.
Seguramente Bauzá piensa que si no hay mayoría absoluta todos los partidos del arco se unirán para echar al PP del Consolat.
No me quiero creer que el líder del PP balear no contemple que su pérdida de mayoría absoluta puede tener como consecuencia un arco parlamentario en que no todos se abrazarían al PSIB-PSOE de Francina Armengol. Puede entrar un diputado (o más) de UPyD. Puede entrar un diputado (o más) del PI. Y entonces, ¿cuál es el escenario?.
¿De verdad José Ramón Bauzá no se ve gobernando 4 años con una mayoría, simple, minoritaria y pactista?. Claro, aquí no tenemos mucha cultura de esto. Sin embargo, a lo mejor sería hasta higiénico: el PP sólo en el Govern y pactando sus iniciativas.
¿Por qué no pactar todo lo que tenga que ver con lengua, educación y cultura, por ejemplo, con el PI?
¿Por qué no apoyarse en UPyD para un segundo ajuste de cinturón de las distintas administraciones que conviven en las islas?.
Son sólo dos ejemplos. ¿De verdad Bauzá no se ve gobernando en solitario con una amante para cada tema?.
A donde van a parar algunos en el PP es al hecho de que la decisión del "todo o nada" la ha tomado Bauzá sin consultar. En el PP balear hay muchos que sí contemplarían el Plan B que rechaza el president. Es más, en el partido se piensa que con un candidato distinto a Bauzá ya se estaría trabajando intensamente en atar bien posibles acuerdos de gobierno postelectorales.



