El Alcorcón paga el clarísimo empeoramiento de su plantilla. Ha desarbolado su defensa con la baja de sus dos centrales, Djené y Chema, una de las mejores parejas de segunda división, sus pivotes Natxo Insa, recuperador y Campaña, cerebro, sin haber sustituido a ninguno de ellos. Para cumplir que todo aquello que va mal puede ir a peor, encargó su nuevo proyecto a un técnico inexperto, Cosmin Contra, desconocedor de la categoría y de los recursos que se pusieron a su disposición. Por cierto y para quien no lo sepa, el ex mallorquinista Oscar Mena entrena al equipo filial de los alfareros, pero no había llegado su hora de dar el salto y Julio Velázquez, triunfador en Murcia y no tanto en el Betis, se ha plantado en Santo Domingo dispuesto a reingresar en la rueda de entrenadores. Será su segundo partido al frente de un bloque que siempre tuvo personalidad y que ahora surca aguas turbulentas.
La ventaja de equipos como éste, el Mirandés, el Lugo o el Reus, es que su nivel de exigencia está muy por debajo de otros como el Zaragoza, el Valladolid, el Córdoba, el Levante y, naturalmente, el Mallorca. Aparte, se da otra diferencia y es que los de Fernando Vázquez son enemigos de si mismos, ya que sus defectos no vienen por la oposición o la superioridad técnica del rival, tácticamente ya es otra cosa, sino que proceden de sus más viejos fantasmas y vicios.
Deducir los planes del técnico local en base a sus ensayos semanales deviene en ejercicio inútil. De no ser así podríamos esperar algún cambio de dibujo, con un atacante más y un centrocampista menos. Adelantar la posición de Lago Jr y liberarle de acciones defensivas, igual que Brandon, no parece mala idea, pero al final y por las circunstancias que sean, siempre es lo mismo. El Mallorca tiene a un “Xavi”, con Juan Domínguez y salvando las distancias, pero carece de “Busquets” debido a que su émulo, Juan Rodríguez, se mueve en posiciones muy diferentes. Recuperar el balón cuanto más arriba mejor es deseo de todo entrenador, pero para cada acción del juego es preciso contar con los futbolistas capaces de ejercerla y los expertos recuerdan que la labor del preparador consiste el sistema a las características de sus profesionales y no forzarles a utilizar el que más le gustaría al jefe.
