Un asunto que no debería estar en los juzgados

La comparecencia de Jaume Matas ante el juez Castro por la Opera de Calatrava nunca tendría que haberse producido y puede ser muy perjudicial para el futuro de estas Islas. El 'caso Opera' ha sido un instrumento judicial contra una decisión política y nunca tendría que haber llegado hasta esta situación. Fiol no tendría que estar imputado por encargar un informe jurídico para avalar la contratación del arquitecto, y Matas tampoco tendría que haber acudido ante el juez Castro para dar explicaciones por una decisión políticas. Matas sólo tenía que dar explicaciones política ante sus electores en las pasadas elecciones, algo que ya hizo, aunque por desgracia para él no pudo gobernar pese a ser, con diferencia, el dirigente político más votado. Además, la Abogacía de la Comunitat Autònoma tampoco tendría que haberse presentado nunca ante esta causa como acusación particular porque es utilizar instrumentos judiciales contra decisiones políticas. Con el tiempo, a Antich se le puede volver en contra este empecinamiento en revisar la herencia política sin ningún tipo de escrúpulo, pisoteando la imagen de dirigentes políticos que merecen todo el respeto del mundo, como es el caso de Fiol, y dañando la imagen de un arquitecto de la talla mundial de Calatrava. La estrategia política de ahora es no hacer nada y revisar todo el pasado, una forma de hacer política que ni dará réditos electorales a corto plazo ni mejorará el nivel de vida de los ciudadanos de estas Islas. Afortunadamente, Antich pasará sus propias cuentas con los electores dentro de poco.