Que en Balears el partido hegemónico de la izquierda ya no es el PSOE se sabe desde las últimas elecciones generales del 20 de diciembre. Solo hace poco más de 5 meses que Podemos obtuvo 22.874 votos más que los socialistas. Por su parte, Més logró 33.931 votos y Esquerra Unida otros 11.434, buena parte de los cuales engrosarán el resultado de la nueva marca electoral Units Podem Més, que podría reforzar aún más la distancia con el PSOE hasta el punto de arrebatarle el escaño a la ibicenca Sofía Hernanz, para otorgárselo a Toni Verger por dos años, transcurridos los cuales debería dimitir para cedérselo a la militante podemita aunque antes fue de EU, Aina Díaz.
Así lo vaticina la encuesta del CIS, que pronostica en Balears una debacle electoral en el PSOE al conseguir únicamente 1 diputado y empatando a 3 escaños el PP y Units Podem Més (Podem, Més y Esquerra Unida). De confirmarse este nefasto resultado para el PSIB, ya se verá cómo afecta esto a la gobernabilidad de la Comunidad Autónoma, porque aunque haya quien haga como que no pasara nada, pasa y mucho. Pero el problema continuará radicando en que el PP sigue ganando las elecciones y concitando el apoyo mayoritario del electorado. Y aunque una eventual alianza de los partidos de izquierdas, con Pablo Iglesias al frente, pueda lograr la investidura, es más que dudoso que ese gobierno en minoría pueda resistir mucho tiempo. Se antoja imposible que la legislatura pueda durar 4 años y por tanto, la incertidumbre política continuará sin despejarse, con el agravante de que el partido que lidera el Govern, el PSIB, ya no tiene el liderazgo asegurado.
