Durante la pasada legislatura los partidos de izquierdas machacaron insistentemente al Govern con el argumento del incremento de la pobreza infantil, denunciando incluso la existencia de casos de desnutrición entre los escolares. Recordemos que se llegó al caso de plantear que durante las vacaciones escolares se continuase prestando el servicio de comedor escolar para aquellos niños cuyos padres no tuvieran recursos, pues se denunciaba que muchos de ellos únicamente comían de forma adecuada en el comedor escolar. También se denunciaron casos donde los niños no podían ir a excursiones o incluso falta de material escolar.
De este modo la presidenta del Govern, Francina Armengol, junto al conseller de Educación y Universidad, Martí March y la Consellera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, anunciaron ayer la puesta en marcha de un fondo de emergencia social dotado con 580.000 euros, del que podrán disponer los equipos directivos de los centros docentes donde se detecten casos como los descritos.
Esta es, pues, una medida muy acertada por cuánto va dirigida a menores en situación de vulnerabilidad por causa de la difícil situación económica de sus progenitores, los cuales a menudo están en desempleo y han agotado las prestaciones. Además, este fondo es compatible con las becas de comedor y de transporte escolar, de tal forma que paliará la dramática vivencia de unos menores que deben ser ayudados por la Administración para que su situación no se agrave aún más y su actividad educativa se vea afectada por la falta de recursos económicos de sus padres.
