Un ciudadano rumano que había ocupado ilegalmente un piso en el barrio de Son Oliva se ha cansado de alquilarlo alegando que "estaba cansado" de alquilar el piso que no era suyo "porque "solo le daba problemas".
Los hechos son los siguientes. Hace varios meses, un ciudadano de origen rumano en compañía de varios compatriotas suyos, ocuparon ilegalmente una vivienda en la palmesana barriada de Son Oliva.
Con el paso del tiempo, el rumano decidió irse del piso que tenía ocupado a otro lugar, no sin antes alquilarlo a dos matrimonios de nigerianos y españolas por la módica cantidad de 200 euros al mes. Una ganga.
Al llegar la noche y cuando el rumano constató que la Policía Local no permitía la entrada en el piso a los matrimonios que previamente habían alquilado el mismo, éste debió de sentirse muy fustrado y entender que esto de los negocios inmobiliarios no era lo suyo y reconociendo ante los agentes que el piso en cuestión "le daba muchos problemas" devolvió los juegos de llaves que tenía en su pode a los agentes policiales.
El presidente de la comunidad de vecinos del inmueble ha contactado con la entidad financiera propietaria del mismo para proceder a instalar una puerta "antiokupas".
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