Agustín Fernández es un parapléjico de 43 años que este martes ha visto cómo sus ansiadas vacaciones en Magaluf han comenzado "tirado en el sofá" de la recepción de un hotel de Magaluf por "una falta de entendimiento" entre quienes gestionan los viajes de discapacitados del Imserso, según ha explicado a mallorcadiario.com.
Es de León y tras 12 horas de viaje llegaba al hotel de Magaluf dónde iba a pasar una semana de vacaciones. Pero su alegría se tornó en impotencia y desesperación cuándo tras la comida se realiza el reparto de habitaciones y le adjudican una estancia que no está adaptada para su paraplejia. Agustín va en silla de ruedas por un lesión medular.
En el hotel en el que recaló sólo hay 4 habitaciones adaptadas y en el grupo de discapacitados hay 5 personas que las necesitan (unas más que otras), pero a él le adjudican una habitación normal en la que no puede moverse con la silla de ruedas, ni tampoco ir al baño porque no está adaptado. Uno de los dos monitores de la expedición le sugiere que duerma en esa habitación y que utilice un baño adaptado que el hotel tiene en la planta de la recepción. "Un baño público", puntualiza el protagonista de esta historia. "Dicen que me darán la llave", añade, pero "y si por la noche quiero ir al baño o me pongo enfermo" explica apesadumbrado. También le han ofrecido traerle una silla de una ortopedia, pero asegura que no es la solución porque hay problemas logísticos que no se arreglan con esta segunda solución.
El caso es que que Agustín pasa sus primeras horas "tirado en el hall de un hotel de Magaluf en un sofá y sin aparente solución por parte de los organizadores del viaje".
Asegura que estas vacaciones han sido organizadas por Predif, la Plataforma estatal de Personas con Discapacidad Física, a través del programa de vacaciones del Imserso. Sin embargo es una opinión que ha sido contestada por uno de los monitores que le acompañan al afirmar a este digital que "fue una asociación de León la que gestionó el viaje y la habitación". El mismo monitor también quita hierro al asunto y asegura que las soluciones que le han propuesto son plausibles, a pesar de la negativa del afectado. Agustín, por su parte, dice que si es así, él no tiene ninguna culpa de que una mala gestión haya acabado de esta forma e insiste en que lo que le ofrecen "carece de la accesibilidad mínima para su estado de paraplejia".
Mallorcadiario.com también se ha puesto en contacto con el hotel dónde se han desarrollado los acontecimientos y han declinado hacer declaraciones por no "estar el director presente en el establecimiento".
Son casi las 9 y media de la noche de este martes y tras casi 24 horas sin poder tumbarse en una cama, Agustín nos comunica que por cansancio ha aceptado que uno de los monitores le ceda su habitación (un poco más grande), pero deberá utilizar el baño público comunitario que hay adaptado en la planta baja del hotel.
"Ha sido por puro cansancio. No obstante éste asunto lo seguiré luchando ante las estancias que haga falta para que no le suceda a ninguna persona más. Es muy duro y un desprecio manifiesto", afirma este singular turista que no ha tenido una llegada feliz a Mallorca.