Orgías con cocaína, a las que asistían policías y políticos locales, y en las que las prostitutas llegaban a ser apalizadas. Es la declaración de una testigo protegido del caso de presunta corrupción policial. El juez que instruye la causa, Manuel Penalva, ha levantado el secreto de sumario de esta declaración: un total de 64 folios a los que ha tenido acceso mallorcadiario.com
La mujer ha detallado en comisaría y ante el magistrado episodios que habría presenciado ella y que le habrían contado compañeras prostitutas.
Afirma que los policías acudían a una conocida discoteca de Palma, elegían "chicas" de un book de varios prostíbulos que el responsable de sala les ofrecía y consumían sin pagar, tanto sexo como alcohol y cocaína.
Pero no solo en Palma ya que, según sabe esta mujer por comentarios de sus amigas y excompañeras, las orgías también se montaban en la finca de un conocido empresario en Santanyí. Y no acababan bien: las mujeres salían de ahí en un estado lamentable, dice, y en ocasiones, les pegaban, hasta el punto que a una chica brasileña le habrían roto el bazo en una fiesta organizada, esta vez, en la finca de otro empresario. La declarante sostiene que ella misma la vio cuando la sacaban de la casa, echando sangre por la boca y vagina. A este encuentro habrían asistido policías y políticos locales.
Las chicas cobraban muy bien, según su versión, pero tenían que someterse a vejaciones como palizas, sobredosis y prácticas sexuales violentas: con juguetes, atadas, en grupo y con violencia física.
