Los Reyes aquí, las rebajas mañana, y con seis diitas de vida y sin darnos cuenta, ha aparecido este generoso y a la par reivindicativo 2015 que dicen será , entre otras cosas, el nuevo gestor de la democracia, el recuperador de la economía, el distribuidor del trabajo y del pan para todos.
Un año lleno de generosidad, en el que a de Guindos se le despejó la frente y a Montoro se le ha abierto la cabeza. Pasan de pisar el cuello a sus queridos contribuyentes y rectifican. Así pues nos permitirán unas rebajillas para que podamos contribuir al consumo que, dicen, está en alza, nada un milagro. Lo que me pregunto es a qué precio nos cobrarán las rebajillas.
Dejamos atrás un 2014 lleno de salvajadas de políticos y ciertos sindicalistas, convertidos en forajidos y atracadores, situados en los caminos de la democracia de esta Constitución un poco carrozona, que Infanta incluida, dicen cumplir y defender. Nada más ni nada menos que 2.000 imputados se recogen en los corrales de esta piara de cerdos, que nos han robado el dinero y la esperanza y, lo peor, es que nos han envenenado las arterias por donde navega la ilusión y la fe en las instituciones y en quienes las ocupan.
Dicen que es el año de Podemos. Este nuevo grupo de jóvenes mensajeros que anda en círculos y que no lleva en su cartera ningún mensaje nuevo, vamos que es la doctrina que los más viejos del lugar ya nos sabemos hace siglos y que es poco probarle que vea la luz, porque, además, el que dice a cuanto sale el kilovatio es otro señor y, el grupo que dicta cómo se debe manejar la “Libre Competencia”, son otros, que si se les molesta, les basta poco para darle al interruptor, nos dejan a oscuras o en penumbra y se van a otro sitio tan campantes. Es, ni más ni menos que “El Poder”, que está muy por encima del Gobierno de turno. Estos bichos que siempre están ariba, sí que “pueden” con todo, incluso con Podemos sus Círculos y todas sus rotondas.
Vamos de Cabalgata, que hay que acabar bien la Fiesta, darle cuerda a la singular jornada, no sea cosa que se nos amotinen los juguetes, que hoy es un día de Reyes, de magia, de ilusión de carrozas, pajes y camellos y tenemos que ser como niños. Así que, me quedo con mis Mágicos Reyes Magos, que desembarcaron ya -siempre llegan por mar- por Lampedusa unos, y otros, los más osados, se hacen a la mar por Melilla, después de saltar las vallas y salvar difíciles obstáculos. Pobres, ellos siempre tan pobres, pero llenos de dignidad y ricos de ilusión y alegría. !Vaya regalo! Hoy si, me subo a la carroza, mañana no existe.





