Vox ha logrado entrar en el Parlamento vasco, con un escaño por Álava, en las elecciones celebradas este domingo, mientras que en Galicia, donde se ha presentado por primera vez a unos comicios autonómicos, se ha quedado sin representación.
En Euskadi, el partido liderado por Santiago Abascal ha recibido 17.517 votos, el 1,96% del total, y se ha asegurado un asiento para su cabeza de lista por Álava, Amaya Martínez. Es la sexta fuerza más votada, por detrás del Partido Nacionalista Vasco (PNV), EH Bildu, el Partido Socialista de Euskadi, Podemos y la coalición del PP y Ciudadanos. Sus resultados han mejorado respecto a las elecciones vascas de 2016, cuando solamente consiguió 771 votos, el 0,07%. En aquel momento, concurrió a las urnas en la provincia de Alava, pero no en Vizcaya ni en Guipúzcoa.
En el caso de Galicia, con el 98,84% del escrutinio completado, el partido ultraconservador ha obtenido más de 26.000 votos, el 2,03%, y es la quinta fuerza. Su estreno en unas autonómicas en esta comunidad era complicado, debido al claro dominio del PP, por cuyo electorado Vox compite.
Los resultados de Vox en los sucesivos procesos electorales celebrados en Galicia y el País Vasco siempre han sido discretos, y su auge a nivel nacional no se ha traducido en éxitos en estas comunidades.
La irrupción del partido de Abascal a nivel nacional se produjo en las elecciones generales de abril de 2019, cuando entró en el Congreso con 24 diputados, y mejoró notablemente su resultado en las siguientes, las de noviembre, alcanzando los 52 escaños.