Srs de Vueling, tengo la deferencia de tratarles de ustedes aun cuando siempre me habéis tratado de “tu” sin yo haberles dado consentimiento. Aún así, el tuteo es una nimiedad ante los riesgos potenciales a los que uno se expone al escoger Vueling para su traslado allende los mares.
Puede que al ser una compañía low cost se sienten habilitados a tratar a sus clientes como ganado, como si el contrato de adquisición de un pasaje de avión supusiera la renuncia a los Derechos inherentes a la condición humana cual ESTA de los EEUU. Sólo así se explica que se sientan por encima del bien y el mal, y trasladen a los pasajeros los problemas que ustedes tendrían que solucionar, y luego miren hacia otro lado cuando se les pida indemnización por sus prácticas lesivas y perjudiciales.
Como otras muchas empresas de consumo masivo -el caso paradigmático es el de las compañías de telefonía-, se aprovechan de que el coste de reclamación suele ser superior a la cuantía de la indemnización, basándose en unas estadísticas (estas certeras) que indican que un nimio porcentaje de pasajeros van a reclamar ante tribunales judiciales o de consumo. Consecuencia de ello, cuando alguien se dirige a ustedes para exponerle su caso y solicitar indemnización, ustedes le responden con una carta modelo en la que se escabullen de toda la responsabilidad y la trasladan a otros agentes-véase por ejemplo a los controladores franceses- o incluso al propio pasajero.
Pues bien, deseo que no salgáis indemnes de todos los inconvenientes que habéis causado este fin de semana a miles de pasajeros, y que los tribunales (sea cual sea su naturaleza) os impongan unas duras sanciones que os quiten las ganas de tratar a los consumidores de esta forma tan poco considerada. Las normas y condiciones son las mismas para todas las compañías aéreas, pero parece que solamente sois vosotros los que hacéis pagar a los clientes cuando estas circunstancias no os son propicias.
En fin, que habéis hecho buena a Ryanair.





