La televisión autonómica de las Illes Baleares está de enhorabuena. Al fin se estrenan los nuevos programas de Jo en sé + que tu! después de haber estado durante el Estado de Alarma emitiendo repeticiones debido a las restricciones derivadas de la emergencia del COVID-19. Es una buena noticia para IB3 y los espectadores, máxime tratándose de un programa que en menos de un año de emisión diaria se ha erigido en un estandarte de la tele pública, consiguiendo una notable fidelización del espectador, y con ello también contribuyendo a la deseada vertebración autonómica.
Programas como éste es lo que necesita IB3 para afianzarse como referente audiovisual en Baleares en un momento en que el confinamiento ha supuesto la total eclosión de la televisión de pago por internet como Netflix, HBO, Disney y Amazon Prime entre otras. Si la televisión generalista ya andaba cojeando, ahora necesita directamente silla de ruedas, y por este motivo sólo queda como opción exitosa apostar por productos de calidad.
Y aquí vamos al meollo de la cuestión. La televisión, la buena televisión, requiere de recursos. Quien piense que se puede hacer un buen producto audiovisual con cuatro pesetas va bastante equivocado. Es verdad que es necesario hacer una optimización de los costes de producción, pero para obtener un producto de calidad hay que destinar recursos (económicos), le pese a quien le pese.
Recuerdo que hace unos diez años, la bajada de bandera de IB3 estaba en los nueve millones de euros, es decir, esto es lo que costaba poner en la pantalla la carta de ajuste, sin emitir absolutamente nada. Luego, a este número, hay que ir sumando lo que cuesta producir cada programa, serie, emisión deportiva…
Ante esta situación hay dos opciones: pretender que los abnegados trabajadores, periodistas y productores hagan alquimia sin presupuesto, o destinar la cantidad adecuada para que se puedan obtener productos de prestigio
Durante los últimos quince años nuestra comunidad ha avanzado mucho en el know how audiovisual, por eso, es necesario que quienes tienen el poder de decidir los dineros a destinar, elijan entre matarla por inanición o hacer que todo el esfuerzo de estos años haya valido la pena.
