En el impoluto y transparente gobierno de Antich se contrató a un señor llamado Jorge Mandado, ex líder de la Casa de Argentina en Mallorca, por ser un tipo educado. A cambio de su educación y simpatía, Mandado cobraba 50.000 euros al año, un sueldo que la mayoría de las personas que leen este diario digital estarían encantados de recibir. Esta peregrina explicación la ofreció el martes Mateu Cañellas, conseller d'Esports, ante el juez del “caso maquillaje”. Da igual si Mandado conocía el mundo del deporte o si era un experto en grandes eventos deportivos. El gran mérito de Mandado fue crear una red para conseguir que muchos emigrantes votasen a UM en las pasadas elecciones, votos que permitieron a los nacionalistas tener dos concejales en Palma. No fueron votos cualquiera ya que costaron dinero -algo que investiga un juez- y permitieron que Aina Calvo, ahora ejemplo de la lucha contra la corrupción, fuese alcaldesa de Palma. Esperemos que Antich, Diéguez o Armengol digan algún día qué les parece que Cañellas contratase a todo un gerente por ser agradable, que cobrase 50.000 euros al año, y todo ello sin tener el más mínimo conocimiento del mundo del deporte. Luego los políticos se extrañan de que los ciudadanos no vayan a votar después de escuchar este tipo de historias. Afortunadamente, el juez llegó a plantearle a Cañellas, conseller gracias al impoluto Antich, si se estaba mofando de la Justicia. El juez se quedo corto. Cañellas nos ha tomado el pelo a todos los ciudadanos de estas Islas.
