Los responsables políticos del Ajuntament de Palma están demostrando día a día que las acusaciones que contra ellos vierten los representantes del Casino Teatro Balear tienen fundamento y no son inconsistentes ni banales. Este digital ha desvelado como el Ajuntament ha autorizado un cambio de usos en un bloque situado a tan solo 50 metros del Casino Teatre Balear, pasando de residencial a comercial. Es de todo punto incomprensible que Cort, a la vista de esta actuación, insista en poner todo tipo de trabas al ganador del concurso para la 2ª licencia de casino de juego en Palma. Tanta arbitrariedad, tanto informe contradictorio, tanto posicionamiento previo a favor de una ubicación y tanto torpedear al legítimo ganador del concurso del Govern balear demuestra que existen intereses ocultos para impedir al Casino Teatro Balear su puesta en marcha, con argumentos que no suponen ningún contratiempo para otros negocios ubicados en la misma zona de Palma.
Los representantes del Casino Teatro Balear han emprendido acciones penales contra Cort. A la vista de las actuaciones contradictorias y en ocasiones arbitrarias por parte de la Administración Local, las afirmaciones del gerente del Casino, José Antonio Fernández, sobre que “el problema es que ganó el que no debía” ganan peso. La Fiscalía ha actuado de oficio en situaciones de mucha menor relevancia y es de esperar que lo haga en este caso que lejos de aclararse, se enquista a pasos agigantados un día tras otro.






