El escabroso asunto de la Societat Municipal d’Aparcaments i Projectes de Palma (SMAP) que les ha revelado mallorcadiario.com, donde al parecer cinco trabajadores (que ya han sido despedidos según informó el Ayuntamiento) presuntamente habrían cometido irregularidades en los aparcamientos subterráneos de Antoni Maura y de Vía Roma, cobrando en mano algunos tiques y no ingresando el importe en la caja, merece que algún responsable del consistorio palmesano ofrezca explicaciones detalladas. No parece que sea una cuestión menor que pueda ser despachada con un comunicado de prensa después de que el caso haya trascendido.
El hecho de que sea la propia empresa adjudicataria de la gestión de los aparcamientos la que mediante sus propios controles internos, haya detectado las presuntas irregularidades y haya adoptado las medidas pertinentes, es tranquilizador y sintomático de que procura prestar un buen servicio. Sin embargo, una vez que se comunicó el incidente al Consejo de Administración de la SMAP a finales de marzo, el equipo de gobierno municipal hubiera hecho bien en actuar con la máxima transparencia e informar a la opinión pública.
